El pasado fin de semana tuve la suerte de poder participar en el IV Encuentro Anual de la Asociación Pedagógica Francesco Tonucci. Este es un encuentro muy especial por diversas razones: por un lado, es un encuentro en el cual los niños y las niñas, como en la obra de Tonucci/Frato, tienen un papel muy relevante; por otro lado, es un encuentro con un alto valor emocional, donde los abrazos, las risas y los aplausos tienen tanta importancia como las palabras; y, finalmente, es un encuentro con un fuerte compromiso renovador con la Educación y la escuela, como se pudo sentir no sólo en las ponencias sino también en la actitud de los asistentes.
La ponencia que me encargaron tenía el sugerente título de “Creatividad de y para la escuela” y me ha servido para reflexionar acerca de las respuestas creativas que he intentado generar, o a las cuales he intentado contribuir, en los últimos años para encontrar alternativas enriquecedoras y “no reproductivas” dentro de la escuela. En este sentido, en mi ponencia hablé de cuatro iniciativas en las cuales la creatividad juega un papel importante: La Semana de los Proyectos (coordinada magistralmente este curso por mi compañero en Conecta13 Miguel Ángel Ariza), Educar21, las experiencias de Design Thiking para equipos directivos y la organización del EABE13.
Te dejo aquí la presentación por si quieres echarle un vistazo:
En estos tiempos que corren, agitados y convulsos, necesitamos un fuerte aporte de creatividad en la escuela: creatividad para hacer más con menos, creatividad para motivar más a quien no vea razones para el esfuerzo, creatividad para hacer llegar más lejos a quien no ve la necesidad de volar, creatividad para defender nuestra escuela de todos frente a quienes quieren una escuela para unos pocos, creatividad para hacer una escuela mejor porque con ella podemos tener la esperanza de construir una sociedad mejor para todos. Necesitamos creatividad, valor y fuerza. Vivimos una época de necesidades épicas.